No hay en el planeta, una movilización religiosa católica de fe, tan multitudinaria que convoca la participación de más de 10 millones de visitantes al Santuario de la Virgen de Guadalupe en México, donde se exhibe y conserva una reliquia de arte pictórico que retrata la imagen de la Virgen María madre de Jesús con rasgos nativos y en una actitud de oración y silencio.
Su autoría es atribuida al pintor indígena Marcos Cipac de Aquino, y fue realizada en la década de 1550-60 con la técnica al temple y con el uso de pigmentos no convencionales de la época como colorante de cochinilla, sulfato de calcio, ocre y hollín y sobre una superficie de lino y cáñamo.
La devoción popular hacia la imagen plasmada se ha extendido alrededor del mundo porque se le atribuye un misticismo ilimitado que son corroborados por relatos y hechos sugestivos de parte de fieles, creyentes y penitentes que han recibido favores y milagros. Muchos hogares en América Latina conservan reproducciones del cuadro y les tributan cultos y honores simbólicos por ser la "madre piadosa" de los seres humanos.
Es cierto, los pueblos y los seres humanos tienen derecho a ejercer con libertad sus creencias, y también a amar y preservar las expresiones de los misterios que no tienen explicaciones humanas.
Imagen principal en el altar del Santuario
Imponente marco que preserva la milagrosa imagen
Vista del Santuario de la Virgen de Guadalupe en México
Atuendo para niños con impresiones de la sagrada imagen
Si van al Santuario, se debe tomar la mejor fotografía
Descripción de las partes del cuerpo de la imagen.