Muchas personas mayores recordamos haber leído un bello libro titulado EL ARTE DE ESCRIBIR BIEN publicado en español en el año 1954 por la Editorial Alas, y han pasado 64 años de aquella experiencia infantil, pero hoy, viene a mi memoria los consejos que asimilé, y que me permite decir que el arte de escribir bien un idioma y a mano alzada, sigue siendo una necesidad humana de primer orden.
Aunque ahora tengamos a disposición nuevos instrumentos y equipos de digitación, la escritura manual con lápices y papel, conserva sus virtudes y beneficios, y presumo que nunca podrán desaparecer porque se tratan de hábitos constructivos que forman nuestros aprendizajes básicos en la escritura durante la primera infancia porque van asociados al desarrollo de la motricidad fina y la lateralidad corporal.
De manera que, corresponde a todos los adultos y jóvenes, principalmente educadores y padres de familia, a seguir impulsando con amor, el gusto por la escritura correcta en cualquiera de los idiomas que existen alrededor del planeta. Entonces, es necesario tener claro el concepto de que la escritura manual sobre papel, es una disciplina formativa personal, y no puede confundirse con las prácticas en aparatos electrónicos digitales.
No olviden de alentar a los pequeños, a escribir correctamente con las manos usando lápices y papeles físicos, pues así lo recomiendan los especialistas y las investigación realizadas en los últimos tiempos.
Carátula del libro publicado en el año 1954
La primera infancia es el tiempo ideal para aprender a escribir bien
Los Niños deben gustar de la escritura y hacerlo con el corazón y las manos
Todos sin excepción debemos cultivar y estimular la escritura correcta.
La escritura con lápices y papeles, es una muy buena práctica.